jueves, 6 de octubre de 2011

Terror En Amityville

En la calle Ocean Avenue, marcada con el numero 112, En Amytiville Nueva York. Es un edificio grande, de tres pisos cubierto de tejas color oscuro y una fachada blanca.


Bonita no? tiene picina y un gran jardin. la luz llega por toda la casa. ¿te gustaria vivir ahi? NO TE LO RECOMIENDO
El 13 de Noviembre de 1974 la familia  Defeo fue asesinada por el hijo mayor, en la casa, mientras todos dormían plácidamente en sus camas. El día 18 de Diciembre de 1975, la familia Lutz decidió comprar la casa para irse a vivir ahí, y 28 días más tarde tuvieron que abandonar la morada por causa de los extraños sucesos que ahí les atormentaban.

Todo comenzó con una masacre en una gran casa, situada en el 112 de Ocean Avenue, en el poblado de Amityville (Nueva York). El día 13 de noviembre del año 1974, un joven de 24 años, llamado Ronald DeFeo (conocido como Ronnie o Butch), asesinó fríamente a toda su familia mientras dormían en sus camas, con un rifle de gran calibre, alrededor de las 3:15 de la madrugada. Las víctimas fueron sus dos padres (Ronald DeFeo padre, 44 años; Louise DeFeo, 43 años) y sus cuatro hermanos (Dawn DeFeo, 18 años; Allison DeFeo, 13 años; Mark DeFeo, 12 años; John DeFeo, 9 años). Todos yacían boca abajo, con la cabeza reposando sobre sus brazos en cruz. A todos les disparó en la espalda, menos a su madre, Louise, que le disparó en la cabeza. Tras la matanza, Butch recogió toda su ropa manchada de sangre, la funda del rifle y unas balas del arma, y lo introdujo todo en una funda de almohada, que posteriormente encontró la policía en una alcantarilla llena de hojas secas. Después de aquello, Ronald se fue a un bar de su barrio, “The Witches’ Brew”, y le dijo al chico que trabajaba ahí, Joe Yeswit, que alguien había disparado a sus padres. Butch y Joe se dirigieron a la casa y llamaron a la policía, diciendo que había habido un tiroteo. Cuando la policía llegó, irrumpieron en la casa y descubrieron que ahí yacían seis cuerpos sin vida y sacaron los cadáveres de la casa. Ronald era el principal sospechoso, ya que era la única persona de la familia que no había sido asesinada. Al ser interrogado, Ronnie dijo que había salido pronto de su casa para adelantar trabajo, pero la hora de la muerte no encajaba y su coartada falló. Obviamente, el chico fue arrestado y sometido a juicio. Para respaldarse en su inocencia, DeFeo dijo que unas voces que él escuchaba en su casa le habían obligado a hacerlo. Aquel testimonio resultó absurdo para el juzgado, ya que tenían entendido que Ronald tenía un pequeño historial delictivo y coqueteaba con las drogas. El joven perdió contra la ley, la cual le obligó a cumplir una condena por seis homicidios de segundo grado, por lo tanto cumpliría cadena perpetua sin libertad condicional.



18 de diciembre 1975.
George Lutz tenía treinta años y era padre de familia. Poseía su propia empresa topográfica “William H. Parry, Inc.”. Entre los meses de julio y noviembre, él y su esposa Kathy Lutz, también de treinta años, habían visitado más de cincuenta viviendas en la costa sur de la isla, antes de decidirse a buscar en Amityville. Ninguna casa de precio comprendido entre treinta mil y cincuenta mil dólares reunía todos los requisitos que los Lutz querían que tuviera su nuevo hogar; que estuviese cerca del mar y que George pudiera trasladar ahí su oficina. Continuando con la búsqueda, George visitó la “Inmobiliaria Conkin” de Massapequa Park y habló con la agente Edith Evans. Ésta le dijo que tenía una casa en venta que deseaba mostrarles y que podría hacerlo entre las tres y las tres y media de ese mismo día. George aceptó la invitación y les condujo ahí a las tres de la tarde. La chica se mostró muy amable y les dijo que no sabía lo que buscaban, pero que deseaba mostrarles aquella casa. El número 112 de Ocean Avenue es un edificio grande de tres pisos, cubierto por tejas oscuras y fachada blanca. Es un solar bastante amplio con un jardín muy grande, y, en un poste que se sitúa al final del camino empedrado de la entrada, hay un pequeño rótulo con el nombre adjudicado a la casa, el cuál puso su anterior propietario: “High Hopes ”. Al mirar las magníficas vistas de aquélla casa, George advirtió que los postigos de las casas vecinas, estaban cerrados en todas las direcciones que apuntaban a la casa, pero no cuando apuntaban a otras casas distintas. Hacía casi un año que estaba aquélla casa en venta. No había sido anunciada por ninguna parte pero estaba perfectamente descrita en la inmobiliaria de la señorita Evans. “Zona residencial de Amityville: 6 dormitorios, colonial holandés, espacioso cuarto de estar, magnífico comedor, atrio cerrado, 3 baños, sótano completo, garaje para 2 coches, piscina de agua caliente y amplia caseta para botes”. Pedían 80000 dólares. George se sorprendió muchísimo y pensó que el precio era erróneo, pero tras una visita por el interior de la casa, Evans les dijo sin mayor dilación que aquélla había sido la casa de los DeFeo. Pero tanto George como Kathy se mantuvieron indiferentes. La casa reunía todos los requisitos que ellos querían y más. Pero aunque se fuera un poco de su presupuesto, era la casa de sus sueños. George dijo que “después de todo, los fantasmas no matan, las casas tampoco, sólo matan las personas”. George y Kathy se mudarían a su nueva vivienda con los tres hijos del matrimonio anterior de Kathy; Christopher, Danny y Missy.



En la medida en que han podido comprobarse, todos los hechos relatados son verídicos. George Lee y Kathleen Lutz realizaron la cabal y, a menudo, dolorosa tarea de reconstruir los veintiocho días que estuvieron en la casa de Amityville, grabando su relato en cinta magnetofónica y refrescándose mútuamente la memoria, para que el definitivo "diario" oral fuese lo más completo posible. No sólo coincidieron George y Kathy virtualmente en todos los detalles de sus experiencias, sino que muchas de sus impresiones y declaraciones fueron más tarde confirmadas por las declaraciones de testigos imparciales, tales como el padre Pecoraro y los agentes de la Policía local. Pero tal vez la prueba más elocuente, aunque circunstancial, de su veracidad, es la siguiente: se necesita más que un exceso de imaginación o de "nervios" para impulsar a una familia de cinco miembros a tomar una medida tan drástica como abandonar una magnífica casa de tres plantas, más un sótano completo, una piscina y una caseta para embarcaciones, sin llevarse siquiera sus objetos de uso personal.






______________________________________________



Cuando me di cuenta, ya estaba en la puerta de mi casa, le agradeci por llevarme a casa. Al entrar me fui directamente a mi cuarto. Había pasado una semana desde que nos habiamos mudado y ya casi todas mis cosas estaban en su lugar. Toda esa tarde me la pase pensando en James, el no era la clase de chico con el que yo saldria, o cualquier chica, pero aun así, a pesar de que nuestro unico contacto había sido el vernos a los ojos, y eso me basto, era como si al vernos yo pudiera conocerlo. Podia ver que en su mirada había tristeza y decepción; por otra parte, no entendia a que se referia con “trata de no mirarme, o empeoraras las cosas” probablemente el sabia que me gustaba y, bueno el no quería salir con una chica como yo. Lo mejor era, alejarme de el y sus amigos, lo mejor era concentrarme en mis estudios. El resto de la tarde estuve estudiando y repasando algunos apuntes. A la hora de la cena baje y desde la escaleras pude reconocer el olor a sopa de tomate de mi mamá; me sente junto con mis padres y mi padre empezo a interrogarme sobre mi primer día de clases. No entre en detalles y solo dije que conoci  a unos cuantos chicos y chicas.
Por fortuna, sin querer mi mamá cambio el tema de conversación.  Lo que quedo de la cena no volvi a hablar, aunque el movimiento de las cucharas golpeando los platos me desesperaba demasiado, así que termine rapido, levante mi plato y me subí de nuevo a mi habitación. Como estaba cansada, no tarde mucho en dormirme, y pronto me adentre en mis sueños.
Por la mañana me desperto un rayito de sol que se colaba por las  cortinas, me levante a prisa, hasta que vi en mi calendario que era sabado, así que me puse ropa comoda, como unos jeans y una sudadera y sali junto con Melissa. Mientras la esperaba en el parque veia todo el panorama. Los niños jugaban en los juegos, algunas parejas, y otros grupos mas de amigos.
Veia por todos lados hasta que vi a james acercarse hacia mi. Voltee a mis espaldas para ver si se dirigia hacia alguien mas, pero no, se dirigia a mi. Se acerco a mi y con un gesto amable me saludo.
-      hola, disculpa por lo de ayer, estaba un poco molesto por lo que Andrew te había hecho, perdon soy James Bolton, pero puedes llamarme Jimmy- dijo mientras extendia el brazo izquierdo
-      yo me llamo Mary, y bueno soy la nueva aquí, así que no se mucho sobre tu amigo- dije tratando de conocerlo un poco mas
-      ¿Andrew? Pues es un idiota, cree que todas la chicas de la escuela le pertenecen. Por cuando lo vi como te tomo, me dio mucho coraje-
-      Y,¿tu salvas a todas las chicas que el lastima? Porque eso te convierte el heroe
-      La verdad no me importan, pero ayer senti que debia hacerlo por ti- dijo viendome a los ojos –no soy de los que conocen muchas mujeres, pero me gustaria conocerte, debe ser interesante conocer personas que no piensan como yo-
-      Creo que tienes razón, y bueno, si quieres conocerme, tendras que contarme de ti- dije sonriendole- yo soy de New Jersey, soy hija unica, mis padres son muy conservadores y eso me hace una persona reservada-
-      Bueno yo naci aquí, vivo con mi madre, mi padre nos abandono, no tengo hermanos y soy alguien que oculta sus verdaderos sentimientos
-      Y ¿Por qué haces eso? Creo que lo mejor es expresar lo que sentimos-
-      ¿para que? La verdad a nadie le interesan los problemas de los demas- dijo
Jimy tenia muchos problemas, y me hubiera gustado ayudarlo, pero no era el tipo de persona que decia sus problemas, se los guardada, y yo lo ayudaria, la verdad no sabia porque, pero tenia cierto interes por brindarle mi amistad. Mientras pensaba en eso, escuche como su voz me decia “no te interrumpo mas, tu amiga viene hacia aca”
Reaccione y vi a Melissa paraba enfrente de mi, y jimmy ya se había alejado un poco, aun así pude decirle “Adios”.
Empeze a caminar con Melissa, pero apenas cruzamos la calle, ella no se contuvo mas y grito “te gusta James Bolton” no era una pregunta, era una afirmación, camine un poco mas rapido ya que se acercaba un autobús y justo al llegar a la otra acera, conteste que no era cierto. Me sonroje un poco al decirlo, y por la forma en como ella me miraba, sabia que no la estaba convencida del todo por mi respuesta.
Pero ni siquiera yo sabia, apenas había cruzado unas cuantas palabras con el, no podia estar segura de lo que sentia por el, aunque, me sentia un poco confundida, se había preocupado por mi, cosa que, como el dijo, nunca había hecho por otra chica.
Caminamos un poco más y trate de que Melissa olvidara todo ese asunto sobre Jimmy. Llegamos a una cafeteria, a pesar de ser el medio día estaba algo llena, y pude notar a algunos de mis compañeros de la escuela, saludamos a unos cuantos y nos sentamos en una mesa con Kary y Erick.
Nos sentamos y nos llevaron el menú. Le eche un vistazo rapido y pedi una malteada de Vainilla. Veronica una soda; Kary y Erick que ya llevaban mas tiempo ya habian comido mas de la mitad de una hamburguesa de queso.
Platicamos un largo rato, aunque la plática giraba mas hacia mi, sobre mi estilo de vida, mis compañeros, y para Kary, si había alguno guapo. La verdad nunca me había fijado en los chicos de Nueva Jersey, al estar al pendiente de mis deberes escolares a penas si me daba tiempo de salir. Pero en Oakland todo era diferente. La escuela era menos pesada, y podia darme tiempo para salir. Nuestra platica fue muy larga. Hasta que decidimos que era hora de irnos. Justo al salir Andrew se acercaba a la entrada de la cafeteria. Mientras yo salia, el jalaba la puerta, y por supuesto, me vio. Era imposible que me librara de el, puesto que había tapado la entrada. Me miro de arriba abajo y me saludo.
-      Mary, es una gran sorpresa verte por aquí, es bueno saber que ya no comere solo- me dijo un tono de prepotencia, acaso era tonto, su hermana, Samnatha y Katie estaban con el.
-      Me encantaría poder acompañarte, pero tengo cosas mas importantes- le dije en un tono de burla.
Se quito de mi paso y pude salir con mis amigos. Ellos estaban callados como si tuvieran miedo, no sabian si decirme algo o no. Me había burlado de la persona mas temida de la escuela, y estaba segura de que habria alguna consecuencia.
Despues del almuerzo y del trago amargo con Andrew fuimos a dar un paseo por el centro de Oakland. Estaba vacio, cosa que a mi se me hacia muy raro, ya que era fin de semana. Aun así nos sentamos en un parque cercano y seguimo con nuestras platicas.
Aunque no fue por mucho tiempo, Jena se acerco a nosotros nos miro y se fue. No nos preocupamos mucho, pero Erick pensó que era mejor que me llevaran a mi casa, ya que a Andrew se le podría ocurrir hacerme algo. Nos levantamos del suelo y nos fuimos. Pero para nuestra mala suerte estaba en frente de nuestra calle. Miro hacia ambos lados y cruzo la calle. Se paro delante de mi. Como era mas alto que yo tuve que alzar mi cabeza para mirarlo. Fue directo al grano y me jalo del brazo izquierdo.  Me empujo hacia la pared, mi cabeza golpeo un poco, supe que no me había salido sangre porque el golpe fue menor. me tomo por los hombros y con sus manos me apreto muy fuerte. Erick trato de quitarmelo, pero su hermana jena, lo quito. Melissa y Kary no pudieron hacer nada y lo unico que les quedo fue mirar.
Andrew, se rio mientras me miraba, se acerco a mi y me comenzo a besar. Fue de lo mas desagradable. Trate de quitarme, pero era tan fuerte que podria romperme un brazo si el quisiera. No podia librarme de el, hasta que escuche una voz familiar.
-      quita tu sucio hocico de ella- claro era Jimmy, quien ya me había salvado una vez. Andrew se aparto de mí, empujo a Jimmy hasta tirarlo al piso.
-      El buen James, siempre arruinando la diversión, no creas que porque la salves de mi, se enamorara de ti, si supiera la clase de rata que eres- dijo eso mientras se iba con Jena. Jimmy se levanto con la ayuda de Erick y Kary, despues se acerco a mi.
-      ¿ estas bien?- dijo muy preocupado
-      Estoy bien, aunque me duele un poco el brazo- dije mientras me tocaba con delicadeza el brazo.