jueves, 29 de septiembre de 2011

Macy's Day Parade

Pocas veces comparto las pequeñas historias que escribo, a decir verdad, solo tengo una, estaba haciendo su continuacion pero ... la inspiracion se fue, y de vez en cuando regresa pero, pasan meses y dejo olvidada esa historia que hace mucho leia y leia sin parar, no podia dejar pasar la lagrimas aunque ya sabia el final, me odiaba a momentos por aquel fin...pero, asi debia pasar...


Despues de mucho pensarlo...Deseo compartir esa historia ... que ... despues de tres años aun no tiene un titulo (no la subire toda esta ocasion, son 113 paginas) pero cada vez que actualize subire un pedazito y asi hasta terminarla. Asi que espero la disfruten.



No sabia como seria comenzar una nueva vida, estaba acostumbrada a la vida pacifica de Nueva Jersey, gente educada por todos lados, calles limpias y sin rayones en las paredes. Ese era mi ambiente, donde no pasaba nada relevante, era como vivir en un pueblo fantasma, pero por extraño que pareciera, eso me gustaba, trataba de no integrarme mucho a los típicos grupos que muchos jóvenes de mi edad hacen. 

De pronto todo eso se esfumaba, mi perfecta vida de silencio y vacía de intereses acabo cuando papá dijo “nos mudamos”  no me arruinaba la vida el hecho de mudarnos, si no que no nos mudábamos a cualquier lugar. Nos ibamos a Oakland, California. 

Era una trampa para mí, en ese lugar había toda clase de vagos, las escuelas no eran de las mejores, y siempre ocurrian cosas sobre California. 

Mi nombre es Mary Jane Stevens, tengo 15 años y cursaba la preparatoria en Neuva Jersey, hoy estoy rumbo a mi nueva vida, no se que pasara, y eso me aterra, no estoy acostumbrada a los retos, en realidad me aterran, pero no podia ir en contra de algo que estaba ocurriendo. Debia enfrentarme a lo que venia, supe que mi nueva vida estaba mas de cerca cuando subi al auto, tome un respiro, y veia como mi antigua casa de dos pisos y de ladrillos quedaba atrás junto con un letrero que decia “se vende”. 

Mis padres no hablaban durante el camino, me aburri demasiado y encendi mi reproductor de musica, me acomode en el asiento trasero y me dormi por un muy largo rato. Lo note porque desperte cuando ya estaba muy oscuro. Estabamos a punto de llegar, pero me levante y me frote un poco los ojos. 

Media hora despues ya estabamos en Oakland. Baje del auto cansada, a pesar de haber dormido casi toda la tarde. Ayuda a mi mamá a bajar algunas cosas. Mi madre, la señora Stevens como todos la conocían, procedente de una familia catolica, muy conservadora, no era estricta, pero le gustaba la perfeccion. Todo en su mundo debia ser perfecto. 

Mi padre era diferente, el era mas liberal, y podias platicar con el sobre cualquier cosa y te comprendia perfectamente. Creo que era porque era mas joven que mi madre. 

La noche fue larga. No dormi muy bien, tambien por mi siesta en el auto. Pero al ver como mi nueva habitación era diferente ma hacia sentir que yo tambien era diferente. Me acoste sobre la cama y me relaje un poco y cerre los ojos. Imaginaba como seria mi primer dia de clases, sabia que todos estarian mirandome a toda hora, solo por ser la nueva, harian preguntas, me mezclaria con gente nueva y ese no era precisamente lo que yo queria. Si era posible pasar desapercibida mejor para mi. Las cosas en California eran diferentes, todo acertaba al vandalismo, no solo en hombres, si no tambien en mujeres. Era lo que mas temor me daba. No porque me fuera a unir a ellos, si no porque no sabia que porcentaje en la escuela era así. Aun no se como pude dormir, pero lo logre, por poco tiempo, cuando me di cuenta mi despertador marcaba las seis con treinta y seis. Me levante y camine un poco por el cuarto, buscando mi ropa. No me preocupe por lo que tome, me vesti y baje para desayunar un cereal. Mi mamá me sirvio jugo de naranja, lo tome muy rapido y me fui con mi papá en el auto. 

No eramos ricos, pero mi padre era el tipo de personas que preferia gastar el dinero a tenerlo guardado. Trate de prender el radio, puesto a silencio que nos invandia. Pero no funciono.  El noto lo imcomoda que estaba. 

-      ¿estas nerviosa?-dijo sonriendome- siempre es feo ser el nuevo, yo fui el nuevo casi toda la secundaria y preparatoria, a veces se aprovechaban de eso-
-      Gracias, papá- dije entre dientes. A veces mi padre no se daba cuenta y decia cosas que nos podian haer sentir peor.